Sé
que estaba escrito, sentía el ruido del lápiz contra el papel, una mano demente
que no paraba. Pero las páginas seguían en blanco, ya ni recordaba el título de
la historia.
Unos
borrones por aquí y por allá...Estaba tan cansada, pero tú eras el que se
dormía reclinado sobre el escritorio. Tan inmersos en esa tarea estábamos, que
hace casi un mes que no hablábamos, que no nos mirábamos...Nada. Las letras no
debían parar, una tras otra se formarían como nubarrones para llegar a su fin.
Un
espacio en blanco, me miraste, yo debía continuar, esa era la parte que yo
debía contar. hasta lágrimas nos sacaban esos párrafos, de seguro causaría lo
mismo en el público.
"Debemos
terminar" me susurraste una noche..Te observé y finalicé. Por la mañana, nos
vimos acercarnos con un libro en la mano, y una rosa en la otra.
"Terminé,
como te lo prometí...Es para ti" Dijimos al unísono, y nos entregamos las
rosas.
Tan
confundidos quedamos después de tanto esfuerzo, que no sabemos quién es el que
se aleja de quien por el pasillo hacia la entrada principal del cementerio
general.
...Quizás
yo te siga acompañando o tú me acompañes a mí, no hay nadie quien nos aclare
eso.
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