miércoles, 8 de mayo de 2019

LAS GARRAS DEL DIABLO (HARPAGOPHYTUM)





Lo supe desde el último segundo en que te sentí, las cosas se venían desde hace algún tiempo; Yo te observaba con mis ojos, perdidos en ti, en tus manos, en tu cabello, en tu voz. Tú, me mirabas vacío.
Te sujete con dedos temblorosos y ya no eras, mi lágrima no alcanzo a rozarte. Mis labios te pronunciaban locos pero ya no estabas, bajé la cabeza y sólo me quedaron un montón de recuerdos, manchados en tinta, sangre y sueños que nunca se cumplieron.
Los atardeceres que predecían noches de eterna angustia, me aplastaban, me sofocaban…Debía ir, tomar camino y verte, aunque eso me significará el golpe que no quería recibir. Nunca me atreví a deambular por esos lugares, no conocía, pero agarré marcha y con el torbellino en mi interior, fui.
Quería encontrarte solo, porque enfrentarte ya me ponía nerviosa, pero que hubiesen más mirándome me volvería irritable. Me acerqué y el cuchicheo no tardo en llegar a mis oídos, a los que hice, caso omiso.
“Debió odiarlo mucho, siempre le trae esas horribles flores, pero es extraño, las antiguas no las tira, se las lleva con ella”.
Una vez me dijiste bromeando, cuando aún no sabíamos de tu enfermedad: “No tendré tumba, pero en el caso que la tuviese, llévame las flores más horribles que encuentres”, no pregunte el porqué, ya sabía la respuesta.
Y agregaste que cada vez fuera de visita, me llevará conmigo las flores podridas, así siempre tendría un poco de ti.
Y así fue por aniversarios de aniversarios, hasta que llegó el día en ya no pude ir. Ahora, desde esta insania que a ratos luce cuerda, me pregunto tristemente: “¿Tendré que seguir preocupada por si alguien sabe el secreto de los dos? O ¿estarás observándome desde ésas del jardín?”; Y así pasan mis pocos días pensando con constancia cuando veo a las horribles y olvidadas que nadie más quiere cuidar en el huerto de este asilo, ya que a los que se han atrevido a hacerlo, se los ha llevado con ellas hasta las profundidades en donde tú esperas con olor a fantasma.

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