miércoles, 11 de diciembre de 2019

ANTES QUE EL VIENTO SACUDA MIS HUESOS


Tenía frío pero no podía parar, debía seguir caminando a pesar que el pavimento le hiriera los pies desnudos, iba rumbo a recuperar sus palabras, sueños, miedos y cuerpo de una vez, a reconstruirse.

Ya había sido demasiado tiempo tomándola a su antojo con violencia y desgana, porque "ella no era nada...era menos que nada", lo que siempre le decía muy cerca, a gritos.
Esa noche había logrado cortar los hilos que lo comunicaban con sus miembros. Con saña había logrado mantener firme el cuchillo de cocina y hundirlo varias veces en su pecho; Dormía, borracho...y luego, durmió muerto.
En la oscuridad avanzó a tropezones, internándose entre las zarzas de un espino, con el vestido salpicado de manchas marrones...Y en el silencio seguía escuchando esa voz "¿quién va a quererte, así como eres? solamente yo"...Pero esa vez, no cayó de rodillas ni se resignó a que la puerta volviera a cerrarse.

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