jueves, 19 de junio de 2014

LO ETERNO DE SUS ALAS




Tanto tiempo viviendo en humedad, y hoy por fin abría la ventana y dejaba que ráfagas de aire circularán por esos espacios oscuros...Se sintió bien por unos instantes, hasta que de sopetón volvió a cerrar las hojas de vidrio, pero con ojos asustados y maltrechos.
Y ¿qué pasaba si todos sus secretos se iban con el viento y circulaban rebeldes por aquel "mundo irreal" como ella lo llamaba? Un horror recorrió su espalda y se sintió desnuda entre lobos, y creyó recordar que siempre lo había estado, pero esta vez era como si hasta los huesos le pudieran ver. Pero lo que más melancólica y enajenada (mezcla perfecta) la volvían, era el hecho de saber que hasta su sombra se había marchado con las ululantes corrientes. Ya no podría alcanzarla, por más que corriera, por más que gritará, pataleará y llorará, ya no volvería. Cosa triste para ella, ya que aquel espectro de mechones blancos era el único que lograba conectarla con la "irrealidad" de su realidad.
Pero, aún no era muy tarde, podía ver a su sombra, moviéndose entre ramas y pájaros, quizás si se atrevería a sacar un pie por la ventana, lograría atraparla. Lo malo, era sacar el pie, lo malo era salir. Pero debería hacer un esfuerzo si quería a su sombra de regreso, debía atreverse a interactuar con los personajes de Irrealidad, indagar en ellos si su espectro andaba cerca o ya nunca más lo vería.
"¡Mucha distancia, pequeña! Ya se perdió en las horas" le espetaron algunos en la cara...Pero no se daría por vencida. Y decidió que si en verdad quería recuperar su sombra, tendría que adaptar otra postura.
Y así lo hizo, por días y noches de vagabundaje en los extraños páramos de Irrealidad; Hasta que ya, sintiéndose al borde de la cansada locura y resuelta a tirar todo ahínco de días pasados, por la borda; Un atardecer de otoño, vio los mechones blancos de su espectro agitarse con viento de lluvias venideras. Y corrió, corrió, como nunca lo había hecho, tropezando y cayendo. Ya a centímetros del espectro, paro en seco, con el aire en un doloroso ir y venir desde la nariz hasta sus pulmones.
Lentamente, la sombra comenzó a girar la cabeza en dirección hacia la loca criatura que se hallaba tras suyo, la miró, como nunca antes lo había hecho, y los invisibles labios se entreabrieron, al tiempo que le extendía su mano. La tomó, era suave y fría, pero firme.
"Mira, observa, siente...A lo que te he traído. No soportaba verte entre tanta humedad, entre tanto olvido y silencio. Si he escapado es para que tú me sigas, para que me busques y para que te encuentres a ti misma. Sé, que no puedes sola, aún, por eso estoy aquí, para ayudarte en esa transición...Tú eres tú, yo sólo soy lo que ayuda a ser tú...yo soy, el único que te conoce como nunca nadie te conocerá, porque he vivido de tus secretos, de tus penas, tus pocas alegrías...Y eso, a través de eones de encierro, me han convertido a lo que llaman "amor", y en este instante pasó de ser incorpóreo a hombre, a tu hombre, él único que te amará tal cual, te conozco y nada me asusta de ti, cada detalle es lo que atrae más día a día".
Y dicho esto, tomó forma humana, pero de lo que nunca pudo deshacerse fue de los característicos mechones blancos que le permitían seguir teniendo la esencia de sombra original.

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