La
recuerdo así entre niebla, yo tendría unos 6 ó 7 años, pero recuerdo esa voz
que vuelve a sonar rasgando mis noches, esos ojos que intentaban averiguarme y
esos labios que me pronunciaban a ratos como queriendo devorarme y fundirme a
su interior.
Yo
tendría unos 6 ó 7 años y recuerdo sus paseos nocturnos por los pasillos
silenciosos de su casa vacía, y donde ese silencio de sus noches en vela le
pesaba demasiado. Y la recuerdo como un cuerpo tembloroso, hecha de un suspiro
eterno, tejiéndose la vida desde dentro hacia afuera, compenetrada en una
tristeza inexistente, entre mil horas y mil días, reviviendo de una muerte
olvidada y una vida miserable.
La
recuerdo así entre niebla, yo tendría unos 6 ó 7 años, pero la recuerdo envuelta
en sus negros, antiguos y pesados ropajes, llevándome de la mano por todos los
recovecos oscuros que en un alma en pena puedan existir, me llevaba
anticipándome a mi destino.
"La
vida transita en muchos mundos y éste es el mío..." me dijo mostrándome un
lugar estrecho y grisáceo, donde languidecía eternamente, abandonada ante un
espejo junto a los últimos retazos de luz que se encendían en el horizonte para
luego agazaparse en las noches del olvido, con todas las lágrimas del universo,
aferrada como luna al mar.
La
recuerdo así entre niebla, yo tendría unos 6 ó 7 años, pero recuerdo la última
vez que la vi cuando trataba de desaparecer de mi memoria con el rocío de la
mañana, mientras el roce contra el suelo de sus faldones manchados de orgullo y
pasiones, me hicieron verla como jamás la había visto, azul y distorsionada,
distante, construida de gritos y con el cráneo abierto, una total pesadilla que
no me dejó dormir durante años. Yo tendría unos 6 ó 7 años, pero aún me queda
su huella marcada en mi razón y en mi corazón.
...Y
así fue como conocí a mi madre, que encerrada tras esa puerta que me
prohibieron abrir, esperaba por mi, para mostrarse y mostrarme de donde
veníamos; el mismo lugar, una junto a la otra, difuntas mancilladas,
compartiendo el mismo aire nauseabundo bajo la pesada losa de mármol de aquella
maltrecha tumba escondida entre la maleza del jardín de la gran casona
abandonada que estaba a días de ser demolida para dar paso a un moderno
edificio de departamentos.